Así se desprende de un informe del Consejo del Notariado.
Desde el 2015 la inversión en vivienda ha crecido debido principalmente a la alta rentabilidad que ofrece el sector residencial frente al resto de alternativas de inversión como los títulos, los fondos, los depósitos, etc., sin embargo es inferior a los niveles existentes antes de la crisis.
En efecto, en el año 2008, la inversión de las familias en el sector residencial representaba un 89%, que descendió a un 77% en el 2015, y que ha alcanzado el 79% en el 2018.
Esta inversión, sin embargo, no se ha traducido en la creación de nuevas hipotecas, por lo que la deuda no está subiendo con estas inversiones. Las familias en su mayor parte, no acuden a la financiación para este tipo de inversión. Según el Consejo del Notariado, el 52% de las compras de vivienda se pagan hoy al contado. Por otra parte, se amortizan las hipotecas existentes, o se reestructuran.